El enfoque centrado en las personas –Human-centric Approach (HCA) es una mentalidad que se enfoca en crear soluciones innovadoras que respondan a las necesidades y deseos humanos. Este enfoque abarca el desarrollo de productos, servicios, espacios, organizaciones y modos de interacción, con un enfoque preciso en las personas a quienes están destinados. El HCA pone énfasis en comprender y priorizar las necesidades, aspiraciones y comportamientos de las personas en el centro del proceso de diseño. Comienza con una inmersión profunda en lo que estas personas consideran deseable, con el objetivo de escuchar y comprender verdaderamente sus deseos y necesidades.
A medida que avanzamos en el proceso de diseño, el HCA nos mantiene alineados con esta dimensión de lo “deseable”, integrando gradualmente consideraciones de viabilidad y factibilidad. Esto asegura que las soluciones no solo sean deseadas, sino también prácticas y sostenibles. Los diseñadores centrados en el ser humano se destacan por su proceso iterativo, abrazando el fracaso como un paso hacia la innovación y manteniendo un optimismo y curiosidad constantes. Ellos experimentan, aprenden y se adaptan, impulsados por una profunda empatía hacia aquellos para quienes diseñan.
Este enfoque fomenta la búsqueda de inspiración en los lugares más inesperados y la creencia ferviente en que una solución emergerá a través del esfuerzo colaborativo y el cuestionamiento adecuado. Al hacer tangibles las ideas y someterlas a pruebas y refinamientos, el proceso combina audacia creativa con el impulso de empujar continuamente los límites de la innovación. El resultado de este recorrido es un conjunto de soluciones que, en un principio, podrían haber parecido inimaginables.
La filosofía detrás del HCA se resume en siete mentalidades que distinguen a los diseñadores centrados en el ser humano: Empatía, Optimismo, Iteración, Confianza Creativa, Creación, Abrazar la Ambigüedad y Aprender del Fracaso. Estos principios no solo guían el proceso de diseño, sino que también inspiran una cultura de pensamiento innovador y resolución de problemas, poniendo las necesidades humanas en primer plano.
IDEO describe un proceso de Diseño Centrado en el Ser Humano (HCD, por sus siglas en inglés) que se desarrolla en seis fases:
- Observación: Se trata de construir una profunda empatía por los usuarios objetivo, observando sus comportamientos e identificando sus puntos de dolor.
- Ideación: Durante esta fase, los equipos generan una amplia variedad de ideas. Se busca la cantidad sobre la calidad porque las ideas aparentemente malas pueden generar valiosos insights.
- Prototipado rápido: Consiste en crear prototipos simples para visualizar soluciones así se facilita una retroalimentación temprana sin necesidad de esperar al desarrollo de prototipos más complejos.
- Retroalimentación del usuario: Es crucial probar estos prototipos con usuarios reales para recopilar ideas sobre futuros ajustes de la solución.
- Iteración: Aprovecha la retroalimentación para refinar y mejorar el diseño a través de pruebas y mejoras continuas.
- Implementación: Marca la fase en la que el diseño se lanza al mundo real. El proceso de diseño es continuo, con aprendizaje iterativo y mejoras como claves para alcanzar el éxito.